Sin autorización alguna y peor planificación estos ciudadanos se han dividido la cancha y han comenzado a levantar sus casuchas para utilizarlas como viviendas seguramente.
Estos personajes al parecer no conocen para qué sirve un escenario deportivo, porque al destruirlo dejan ver a las claras que no tienen hijos ni nietos que les guste el fútbol.