El delincuente había ingresado junto a su compinche en una vivienda, en Campeche, México, pero al percatarse de la presencia de un patrullero policial, decidieron abandonar la casa. Es en ese intento que uno de los ladrones alcanzó a fugar, no así el otro que quedó entrampado entre los fierros de la verja, perdiendo sus pantalones al igual que su dignidad y por supuesto su libertad, pues fue fácilmente detenido.
Así, mostrando sus partes íntimas, sensibles y nobles fue llevado a la Fiscalía.
En las redes sociales ha causado hilaridad este hecho poco común en la prensa policial.
El hampón ya tiene ropa nueva pues, en la cárcel le suministraron el uniforme de los reos y se conoce, además, que se ha repuesto del susto pero aún no de la vergüenza.