El terremoto alcanzó en esa prefectura del noreste de Japón el nivel 5 superior de la escala japonesa, con un máximo de 7 y centrada en medir la agitación en la superficie y las zonas afectadas, más que en la intensidad del temblor.
En otras áreas del noreste de Japón, incluidas parte de las prefecturas de Iwate y Fukushima, el seísmo alcanzó el nivel 5 o 5 inferior, según datos de la Agencia Meteorológica de Japón. El seísmo también se sintió con fuerza en Tokio, donde se registró un nivel 3 en la escala japonesa.
El terremoto provocó la interrupción temporal de algunos tramos de líneas ferroviarias, entre ellas una de alta velocidad que atraviesa el noreste del país. Todas las líneas volvieron a funcionar con normalidad transcurridas 5 horas tras el sismo.