El Pentágono está rastreando el cohete chino que esperan ingrese a la atmósfera sin control alguno con el riesgo de estrellarse en una zona habitada.
El cohete volverá a la atmósfera pero nadie sabe en qué lugar caerá.
El cuerpo del cohete está casi intacto, según el rastreo realizado por los técnicos norteamericanos.