El drama de horror ha llegado a límites insospechados; ahora se tumban puertas como el que ocurrió al Chifa América y ya no importa cuantas veces le han robado; porque eso también es parte del acto que ya hemos visto; sino que las puertas tampoco detienen el salvajismo y la desnaturalización humana; mientras una policía impávida sólo atina a recoger los cadáveres o recoger indicios donde alguien los estuvo esperando para que defiendan su vida y sus bienes.
El estado ha sido rebasado por las bandas criminales y los responsables de brindarnos seguridad solo atinan a seguir dándonos el diagnóstico y nula solución . El pánico nos está volviendo reos de nuestros propios miedos y no es para menos si sabemos que nadie está para ayudarnos y aunque policías vivan cerca de zonas calientes, ellos saben menos que nosotros, aún cuando en voz baja y cómo dice Ruben Blades “todos los comentan nadie ha visto nada”.
Ya no hay tiempo para más; cerramos el drama dejando que su vorágine de sangre nos consuma a todos, o salimos por los fueros de nuestros derechos a la vida; La Paz y el trabajo. Creemos en la necesidad de oír las voces del pueblo que clama por una acción de protesta distinta; el cierre de todo el comercio y el silencio de los medios de comunicación , por un día; no es la solución definitiva pero al menos lograremos hacernos oír ante el gobierno nacional desbaratando los clásicos informes de que aquí no pasa nada y todo está bajo control.
Es la hora de actuar; la hora de nuestras autoridades; incluso de aquellos que hacen pinino por llegar a los puestos; la situación actual no aguanta más medias tintas y discursos vacíos y desgastados insistimos estamos en el centro de 4 batallones pero nadie nos da el SOS.